"Hay un chico nuevo en el colegio que se llama
Louis. Se sienta a mi lado y me ocupo de él. Es un poco distinto del resto de la clase. A veces
me pregunto qué estará pensando. A menudo se
sienta y se queda mirando fijamente a la pared. Si
le pregunto qué está mirando, me contesta
"Mirando". Y sigue mirando."
Así comienza esta historia referente al tema del autismo. En el trastorno de autismo prima la dificultad de poder relacionarse con los demás como nexo común de sus diferentes tipos, Asperger etc. Contado desde la sencillez de la rutina de un colegio, nuestro protagonista encuentra en el fútbol un nexo donde conectar con sus compañeros. Y ellos aprenden a entenderle un poco. Una buena excusa para explicar a los niños la diversidad del autismo. Una pequeña ventana para comprenderles y apoyarles desde el conocimiento. Me acuerdo en el Instituto que había un compañero que era autista. Se quedaba en el recreo mirando hacia la valla. Nunca hablé con él. No me daba miedo pero me inquietaba. Quizá si nos hubiesen ayudado o enseñado a relacionarnos con él igual, no se, no me acordaría de la imagen de soledad que proyectaba todos los recreos, un día y otro y otro..
Me encanta encontrarme en la biblioteca este tipo de libros. Mi hijo lo eligió porque trataba de fútbol y le gustó la portada. Le tengo que agradecer al bendito deporte que nos haya guiado hasta este cuento tan interesante.
La ilustración es muy sencilla y le va muy bien al texto. Me gusta la escena del recreo. Tiene mucho movimiento.
Está editado en Serres (9788484881155). Escrito por Lesley Ely e ilustrado por Polly Dunbar.
